lunes, 27 de julio de 2020

Pinsapos: Testigos de las últimas glaciaciones en la Sierra de las Nieves

Junto con la Sierra de Grazalema y Sierra Bermeja, la Sierra de las Nieves posee una valiosa joya botánica que ha encontrado refugio en sus montañas tras el final de las últimas glaciaciones: el pinsapo.

El Parque Natural de la Sierra de las Nieves: geología y flora
Por proximidad geográfica me centraré en esta ocasión en la Sierra de las Nieves dejando Sierra Bermeja y Grazalema para próximos artículos.
El Parque Natural de la Sierra de las Nieves, situado en la parte occidental de la provincia de Málaga, forma parte de la Cordillera Penibética. Esta fue una de las muchas formaciones que comenzó a elevarse del lecho marino hará unos 30 millones de años (principios del Oligoceno) debido a las fuerzas compresivas entre la placa tectónica ibérica y la placa africana durante la orogenia alpina en la era Cenozoica.

En la actualidad la Sierra de las Nieves es un gran complejo de rocas calizas y dolomías. La presencia de esta roca sedimentaria ha propiciado el desarrollo de un relieve kárstico con dolinas, cuevas y simas.


Sobre esta Sierra se asienta, como ya mencioné, un bosque autóctono de pinsapo (Abies pinsapo). Los bosques de pinsapo de la Sierra de las Nieves se encuentran entre los 1000 m y 1800 m de altitud (piso supramediterráneo), principalmente en las laderas con orientación al norte. Los pinsapos necesitan de un clima sin excesiva amplitud térmica, veranos frescos e inviernos fríos. Las zonas con nieblas abundantes en primavera y otoño son ideales para esta especie.

Este endemismo botánico se encuentra emparentado con las especies de abetos del norte de África que también se encuentran relegados a las cumbres. Los visitantes que llegan por primera vez a la Sierra de las Nieves y atraviesan el pinsapar sienten curiosidad y se preguntan cómo pueden encontrarse estas coníferas en una latitud tan meridional. ¿Cómo llegaron aquí a la franja mediterránea? La respuesta está en la alternancia entre periodos glaciares e interglaciares. No siempre hemos tenido el mismo clima.

Evolución del clima y distribución de bosques de abetos
A partir del Mioceno, que comenzó unos 23 millones de años, las poblaciones de abetos en Europa comenzaron a fragmentarse con la alternancia de periodos húmedos y secos. El aislamiento geográfico y climático tras millones de años  favoreció el surgimiento de nuevas especies de abetos.

Distribución actual de especies de abetos en Europa, norte de África y Oriente Próximo.

Durante el Pleistoceno, que comenzó hace 2,5 millones de años y finaliza hace 10000 años, el clima experimentó una alternancia con cuatro periodos glaciares, fríos y secos, separados por periodos interglaciares más cálidos. El ultimo periodo glacial, conocido como la glaciación Würm, comenzó hace 110000 años y finalizó hace 10000 años. Extensas zonas de los continentes se encontraban cubiertas de hielo. Los casquetes polares avanzaron hasta latitudes medias. Esto provocó una regresión marina, lo que significa que el nivel del mar era mucho más bajo que en la actualidad. Hubo incluso momentos en que el Estrecho de Gibraltar quedó congelado, lo que facilitó el intercambio de fauna entre África y Europa.

Las glaciaciones favorecieron también la última expansión de bosques de abetos y otras especies vegetales de climas fríos mucho más al sur y hasta incluso el nivel del mar. Su área de distribución en la última glaciación debió ser mucho mayor que en el periodo interglacial actual ya que a menor altitud encontraban un clima adecuado para prosperar y tenían mucho más espacio.

Al finalizar la glaciación Würm hace 10000 años los hielos perpetuos se fueron retirando de Europa, el nivel del mar se elevó y el clima se hizo más cálido en la región mediterránea. El área de distribución de muchas especies vegetales de climas fríos se fue retirando poco a poco al norte.


La extensión de los bosques de pinsapo en Andalucía y otras especies de abetos del norte de África fue reduciéndose más a finales del Pleistoceno. Al terminar la última glaciación, la especie quedó relegada a mayor altitud en los sistemas montañosos donde aún había la temperatura suficientemente fresca y suficiente humedad a lo largo del año para sobrevivir. De esta manera las sierras fueron las "islas elevadas" en las que los pinsapos pudieron resistir hasta el presente.

Adaptaciones de la vegetación al clima
El pinsapo y otras especies vegetales que se encuentran actualmente en la Sierra de las Nieves surgieron en el periodo Terciario y han tenido que adaptarse a sucesivos cambios climáticos.

Unidades cronoestratigráficas del Cenozoico. Sus límites se establecen según eventos paleobiologicos y geológicos reales registrados en las rocas, como cambios de los grupos de organismos predominantes, extinciones masivas, cambios climáticos, geoquímicos o inversiones del campo magnético terrestre.

La estrategia del pinsapo le ha dado resultado en las sucesivas glaciaciones del Cuaternario: guarecerse en zonas montañosas donde el Abies pinsapo y otros abetos circunmediterráneos sobreviven a la espera que los tiempos cambien,  que la era interglaciar actual remonte hacia un nuevo periodo más húmedo y frío, y reconquistar los terrenos perdidos. No hay razón para creer que los ciclos glaciales no vayan a continuar. Sin embargo, la actividad del ser humano sobre el clima a nivel global en los últimos 150 años puede hacer que lleve más tiempo de lo previsto.

El actual cambio climático que vivimos transformará el hábitat del pinsapo debido al cambio del comportamiento de dos factores climáticos básicos: temperatura y precipitación. Pero no sólo cambios en sus valores medios, sino en su distribución temporal y efecto combinado de una con la otra. No será lo mismo si la precipitación disminuye en invierno o en primavera, ya que para la planta lo importante es disponer de un balance hídrico positivo cuando la temperatura es favorable para la fotosíntesis.

Las nieblas de altura que llegan a Andalucía desde la vertiente Atlántica les permiten resistir la sequía estival. La densa disposición en verticilos de sus hojas permite que el agua de la niebla se condense en ellas. Así estos bosques consiguen un importante aporte de agua atrapando el agua los días de niebla.

El pinsapo es una especie que puede crecer en distintos tipos de suelo. Encontraremos pinsapares en suelo básicos, como las calizas y dolomías de la Sierra de las Nieves y Sierra de Grazalema, o en suelos ácidos, como las peridotitas de Sierra Bermeja.

Gracias a la gestión de los espacios protegidos en que se encuentra, el pinsapar está mostrando signos de recuperación y tiene cierto potencial para ampliar su área de distribución.


Flora asociada al pinsapar
Asociadas a esta reliquia botánica de clima más frío conviven plantas de clima mediterráneo enriqueciendo su diversidad. Es un placer caminar por estos bosques observando asociaciones vegetales con influencias norteafricanas y béticas. Los aficionados a la identificación de plantas nunca se aburrirán. Es recomendable visitar el pinsapar en diferentes épocas del año para ver los cambios estacionales de la vegetación.  A continuación tenéis imágenes de algunas de las especies de interés que se pueden encontrar también en los pinsapares andaluces.

Pinsapo (Abies pinsapo) con piñas femeninas sobre copa
Sierra Bermeja

Acer granatensis
Sierra de las Nieves

Madroño (Arbutus unedo) en flor
Sierra de Grazalema

Dafne laurelola
Sierra de las Nieves

Aladierno (Rhamnus alaternus)
Sierra de las Nieves

Enebro de la miera (Juniperus oxicedrus)
Sierra de las Nieves

Tejo (Taxus baccata)
Sierra de las Nieves

El conocido científico y explorador Alexander Von Humboldt ya se dio cuenta en su ascensión en 1802 al volcán Chimborazo, en Ecuador, que en todos los paisajes montañosos existe una estratificación altitudinal de ecosistemas vegetales debido al cambio gradual de algunas variables ambientales como la temperatura, la humedad y la radiación solar. De esta manera durante una ascensión por la Sierra de las Nieves, cruzaremos una serie de pisos bioclimáticos en los que se establecen diferentes comunidades de plantas. El pinsapar se encuentra actualmente en el piso bioclimático supramediterráneo y otras muchas especies vegetales autóctonas. Las mostradas anteriormente son un breve ejemplos del catálogo que se puede encontrar.

Pinsapar en Sierra de las Nieves

En altitudes inferiores, en el piso mesomediterráneo, en la Sierra de las Nieves el bosque dominante es el encinar (Quercus rotundifolia) acompañado por manchas de pinar de repoblación. En cotas más bajas al encinar se pueden encontrar masas de alcornocal (Quercus suber).

Encinar

Por encima del pinsapar de la Sierra de las Nieves, también en el piso supramediterráneo, nos encontramos un quejigal de alta montaña disperso (Quercus faginea) que ha sido afectado durante siglos por la actividad humana pero que conserva espléndidos ejemplares. Se han realizado diferentes proyectos de repoblación y protección  de parcelas frente a ganado para favorecer su regeneración.

Meseta de los Quejigales en Sierra de las Nieves

Es posible que con la progresión del actual cambio climático el área de distribución del pinsapar se vaya desplazando a cotas aun mayores buscando temperaturas medias anuales menores. Por eso aún el pinsapo tiene un margen de adaptación a estos cambios y además nos sirve de indicador para verificar si realmente los humanos estamos trabajando efectivamente para mitigar el aumento sostenido de temperatura.


Bibliografía
-Linares J.C., Carreira J.A. 2006. El pinsapo, abeto endémico andaluz. O, ¿Qué hace un tipo como tú en un sitio como éste? Ecosistemas: Revista científica y técnica de ecología y medio ambiente. 2006/3
-Dirección General de la Red de Espacios Naturales Protegidos y Servicios Ambientales. 2003. Sierras de las Nieves. PORN/PRUG/PDS. Consejería de Medio Ambiente de Junta de Andalucía
-J.J. Guerrero, F. Cáceres, F. Giménez de Azcarate1, J. M. Moreira. 2015. Comportamiento previsible del pinsapo ante los escenarios del cambio climático. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.