domingo, 14 de junio de 2015

Consejos para el mantenimiento de unas botas de montaña

Antes de ofrecer consejos para cuidar nuestras botas de montaña con forro transpirable hay que conocer un poco los materiales que conforman las botas y su estructura. Las pieles que se usa para fabricar las botas son microporosas, lo mismo que el forro interior del sistema Gore-Tex (u otras marcas de sistema de evacuación del sudor).
El Gore-Tex es teflón expandido, y su estructura está formada por millones de poros. En concreto, cada centímetro cuadrado de Gore-Tex tiene aproximadamente 1400 millones de poros, cada uno de los cuales es unas 20000 veces más pequeño que una gota de agua (por mínima que sea la expresión de ésta), por lo que no podrá penetrar en el pie y permanecerá seco, pero a la vez cada uno de esos agujeritos es unas 700 veces mayor que las moléculas de agua que constituyen el vapor de agua del sudor del pie, por lo que el pie puede transpirar y no retendrá humedad.
Si a una bota con sistema Gore-Tex, le aplicamos grasa de caballo, o cualquier producto que contenga ceras, siliconas o grasas, estaremos cerrando esos poros que encontramos en la estructura de las pieles y del forro Gore-Tex, y estaremos haciendo las botas sin duda más impermeables, pero no transpirarán y los pies acabarán húmedos. Ha de tenerse en cuenta que cada uno de nuestros pies en una jornada de actividad intensa puede llegar a producir el equivalente a medio vaso de agua de sudor.
Para una perfecta transpiración también es importante el tipo de calcetines que utilicemos en una jornada en contacto con la naturaleza. Si nos ponemos calcetines de lana, algodón u otras fibras naturales éstas retendrán el sudor y tendremos humedad, mientras que un calcetín de fibras sintéticas ayudará a la transpiración del pie.
Si las botas son nuevas, no conviene estrenarlas durante el viaje, usándolas previamente en varias excursiones, o incluso dentro de casa, en el trabajo, o al hacer la compra, para evitar rozaduras en los pies. Usa calcetines sin costura, evitará abrasiones y rozaduras en la actividad física. Para las rozaduras y ampollas se recomienda apósitos para ampollas Compeed de Coloplast. Éstos aceleran la regeneración de la piel.
Aquí tenéis resumidos los consejos para el mantenimiento de nuestras botas:
  1. Antes de nada, elige la talla correcta y pruébate el par completo, ya que los dos pies no suelen ser iguales. Comprueba que tus dedos no rocen con la puntera y asegúrate que el ajuste sea confortable en el tobillo.
  2. Tras su uso, dejar airear y secar la humedad de forma natural, a la sombra y a temperatura ambiente. No aceleres el secado acercando las botas a una fuente de calor (radiadores, estufas chimeneas o similar), porque las pieles se deshidratan y acartonan, agrietándose por las zonas de flexión.
  3. Elimina la humedad interior rellenando la bota de papel de periódico.
  4. Cuando estén secas, cepíllalas suavemente para retirar la suciedad, tierra o barro.
  5. Límpialas sólo con un paño con agua tibia o ligeramente jabonosa, y dejalas secar de nuevo.
  6. Las pieles con las que se construyen los cortes de las botas están hidrofugadas, es decir, que ya suponen la primera barrera que repele el agua y además estaría después el Gore-Tex para garantizar la total impermeabilidad. Ese tratamiento hidrorrepelente no es eterno, y lo único que puede aconsejarse es que se le pueda dar a las botas un spray hidrofugante de vez en cuando. Pero únicamente si está compuesto de silicona fluorada.


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