En Andalucía se encuentran catalogadas en la actualidad 15 especies de anfibios pertenecientes a dos órdenes distintos: el Orden Anura y el Orden Urodelos.
Los anfibios fueron el primer grupo de vertebrados en colonizar el medio terrestre. Aunque para completar su ciclo reproductor depender del medio acuático. Sus huevos necesita de un medio acuoso o con una alta humedad relativa para sobrevivir.
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| Sapillo moteado ibérico (Pelodytes ibericus) |
Prosperaron en el periodo Carbonífero (que comprende entre 360 y 300 millones de años en el pasado) donde fueron los reyes en tierra firme mucho antes que los reptiles. Hoy en día eso ha cambiado y se enfrentan a serias amenazas. Han desaparecido de muchas zonas habitadas por ellos en un corto periodo de tiempo en la Península Ibérica.
Muchos ya conocen en gran problema de la quitridiomicosis, enfermedad producida por un hongo parásito que afecta a epitelio de anfibios. El primer brote importante de esta enfermedad apareció en Europa a finales de los años 90. Los individuos afectados no presentan síntomas visibles y suelen morir tras completar la metamorfosis. Causan una serie de daños fisiológicos que desembocan en un fallo cardíaco. El resultado es que en las zonas donde ha llegado el hongo quitridio, sin razón aparente se pueden encontrar desde cientos a miles de individuos muertos en los bordes de las charcas.
Las esporas del hongo quitridio al no presentan formas de resistencia, no pueden soportar la desecación. Sin embargo pueden sobrevivir el tiempo suficiente en el barro de unas botas e inconscientemente el ser humano puede extender el hongo patógeno a nuevas zonas a las que aun no ha llegado. Las translocaciones de individuos de anfibios de unas zonas a otras también son un causa de la propagación de esta enfermedad.
Además de hongos, existen también virus que afectan a los anfibios de forma dramática. Los ranavirus, que infectan tanto anfibios como a peces y reptiles pueden llegar a causar mortalidades cercanas al 100%. Los síntomas son ulceraciones en la piel y necrosis de tejidos.
Los anfibios son muy sensibles a estas amenazas, en especial las poblaciones que se encuentran aisladas en zonas de montaña. Su aislamiento genético las hace especialmente vulnerables a los ranavirus.
Para poder disfrutar de las especies de anfibios que conviven con nosotros en Andalucía es conveniente tomar una serie de precauciones básicas para no diezmar accidentalmente sus poblaciones. Si trabajamos en la observación de anfibios en su medio, es conveniente no tocarlos con las manos desnudas y bajo ningún concepto se trasladarán a otras zonas. Un sistema para no manipularlos directamente es ponerlos en un recipiente de plástico transparente (el tapper de toda la vida) para observarlos. El uso de guantes de látex combinado con el empleo de un tapper es lo ideal.
Antes y después de visitar una nueva zona se deberán limpiar las botas y cualquier otro material que vaya a estar en contacto con su medio. Para desinfectar de hongos el material que vallamos a usar expondremos el equipo a la luz directa del sol un periodo de tiempo generoso. La lejía diluida es eficaz para eliminar hongos y virus.
Si encontramos anfibios muertos, no se deberán tocar. Nos convertiríamos en vectores involuntarios de los hongos y virus que afectan a anfibios. Si encontramos una zona con una alta mortalidad se deberá informar lo antes posible a la administración competente en medioambiente (agentes forestales de nuestra comunidad autónoma o cuerpo del Seprona de la Guardia Civil).
Con estas sencillas precauciones estaremos colaborando todos es la conservación de la diversidad de anfibios que tenemos en la región y podremos disfrutar de sencillos pero bonitos espectáculos como el de los paseos nocturnos de nuestra amiga la salamandra. Os dejo un vídeo de una Salamandra salamandra subespecie longirostris en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema (Cádiz):
Para aquellos interesados en aprender algo acerca de la indentificación de las distintas especies de anfibios que habitan la Península Ibérica, adjunto a continuiación la Guía de anfibios de los Parque nacionales españoles elaborada por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN):
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